miércoles, 16 de enero de 2013

Creemos que sabemos de espalda, pero no (parte I)



 
En la actualidad, numerosas personas son capaces de  localizar donde están sus lumbares o sus cervicales de forma sencilla, pero, ¿sabemos sobre nuestra espalda? La experiencia me ha dicho que no. Una cosa es saber donde están y otra es lo que son y cómo se comportan, que es, en realidad, lo más importante. De forma muy esquemática habría que decir que la columna vertebral es una estructura de hueso formada por 7 vértebras cervicales, 12 vértebras dorsales, 5 vértebras lumbares, el sacro y el cóccix.


Las vértebras cervicales tienen una característica: tienen mucha movilidad. Pensarlo bien, tiene todo el sentido del mundo, ya que son las vértebras encargadas de, al moverse, orientar los sentidos como la vista, el oído o el olfato hacia donde proviene lo que queramos ver, oír u oler respectivamente.

Las vértebras dorsales, en cambio tienen mucha menos movilidad, ¿Por qué? Las responsables son las costillas, que se unen a las vértebras dorsales y forman una "jaula" donde alojamos varias vísceras. Los ejemplos más claros son los pulmones y el corazón entre otras. En conclusión, la función de estas vértebras es la de protección y estabilidad.

La característica más importante de las vértebras lumbares es su grosor y volumen. En comparación con las vértebras cervicales, las lumbares son mucho más grandes y robustas, y la razón es porque son las que reciben más peso, más carga, y por lo tanto si no son lo suficientemente potentes fracasarían.

El sacro es una fusión de vertebras sacras que se han soldado formando un hueso único y siendo la clave de nuestro tratamiento. Reparte el peso que llega desde las lumbares hacia los dos ilíacos (para entendernos los huesos que sobresalen en la cadera), es decir, lleva el peso del cuerpo de la columna hacia las dos piernas.

El cóccix es también una fusión de vertebras más pequeñas, y es el vestigio del rabo que tienen los animales (recuerden que según la teoría evolucionista de Darwin venimos de los monos). Su función aunque parezca absurda no lo es. El cóccix es un punto importante de inserciones ligamentosas y musculares como los músculos del suelo pélvico. El cóccix se puede luxar (digamos salir de su sitio) al darnos un culetazo, con la imposibilidad para sentarnos y produciendo una incapacidad funcional importante para muchas de nuestras actividades. Antiguamente en el parto a las embarazadas se les seccionaba los ligamentos o músculos del suelo pélvicos en el parto para que saliera mejor el nene, pero fijaos, si son los encargados de regular la defecación y la micción consciente (hablo en plan fino porque éste es un blog con mucho nivel), imaginaos el problema a la larga de estas madres, con incontinencias everywhere.

Un saludo y ya colgaré las siguientes partes, ¿alguna duda, consulta o tratamiento? Hay que ganarse la vida ;P

No hay comentarios:

Publicar un comentario