¿Quién no ha oído hablar de dolores de espalda debido a una postura
mantenida en el tiempo en el trabajo? ¿Y por una postura repetida
durante en dicha jornada laboral? Si creemos que no nos libramos: “la
salud se mueve, la enfermedad no”, y tan malo es el movimiento repetido
que fuerza nuestras estructuras de nuestro “body”, como estar sin hacer
nada.
Si queremos coger algo del suelo, no seamos arcaicos, ¡NO DOBLEMOS LA ESPALDA! Situémonos de tal forma que tengamos lo que queremos levantar entre las rodillas, delante de nosotros. El segundo paso es flexionar las rodillas, evitando flexionar el tronco y las lumbares lo agradecerán. Parece que tenemos medio camino hecho, pero quedan cosas importantísimas. A la vez que se sube el peso deberemos de mantener contraído el abdomen, protegiendo las lumbares para que no se lesionen o impidiendo que empeoren si ya tenemos dolor de base. El objeto tiene que estar lo más próximo al cuerpo, tendremos mejor capacidad de levantarlo.
El tratamiento con terapia manual y las manipulaciones de nuestro tratamiento osteopático mejorará los dolores de espalda, dando confort al día a día en el trabajo. ¿Dejar el tratamiento de tu espalda en mis manos? Yo creo que sí.
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